La Audiencia Provincial de Pontevedra en España ha emitido una sentencia que obliga a un hombre a pagar 88.000 euros a su exesposa en compensación por los 26 años dedicados al trabajo en el hogar.
El caso se centra en la figura de Erica (nombre ficticio, para mantener la privacidad), quien tras casarse, dejó su empleo para dedicarse a las labores domésticas y a la crianza de su hija, función que desempeñó durante la duración del matrimonio. La sentencia inicial establecía una compensación de 120.000 euros, pero tras las apelaciones, se redujo la cantidad, teniendo en cuenta también las tareas realizadas por el exesposo en el hogar.
La Audiencia considera que “el hecho de que ella vuelva al mercado laboral 26 años después, con 58 años, le deja poco margen de aspiraciones profesionales y el esposo cuenta con capacidad económica suficiente para hacerle frente”, por lo que se han calculado que ella tendría que haber cobrado un salario aproximado de 282 euros al mes por su trabajo como ama de casa durante el matrimonio.
Ambos, no conformes con la resolución de la sentencia han recurrido. En el caso del exmarido, considera que la remuneración económica al mes hacia su exmujer es excesiva y que se debería reducir a 100 euros al mes durante un solo año, y que la condena de 88.000 euros tendría que ser de 60.000 euros debido a la rapidez con la que su exesposa se reintegró en el mercado laboral (20 de octubre de 2021), con sus correspondientes ingresos. Ella, por su parte, pedía 183.629 euros de indemnización a su expareja al equiparar su salario mínimo interprofesional durante los años de matrimonio, excepto unos meses que trabajó por su cuenta. Además, alude a que tras la crisis matrimonial ella se tuvo que ir a vivir de alquiler porque su exmarido permaneció en el domicilio familiar, propiedad de él, porque tenían separación de bienes.