Luis Alfredo Garavito, “La Bestia” o “el Monstruo de Génova”, falleció este jueves 12 de octubre en una clínica en Valledupar, donde pagaba una condena de 40 años por el asesinato y abuso de casi 200 niños en Colombia.
El Inpec confirmó que el peor criminal juzgado en el país por crímenes en contra de niños y adolescentes falleció en la clínica Nueva Santo Tomás del Caribe. Garavito murió hacia la 1:00 p. m. de este jueves en ese centro médico, a donde fue trasladado luego de presentar una recaída en su salud que no podía ser tratada por los médicos de la prisión.
Garavito permanecía recluido en la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa, en la cual viven personas que cumplen varias penas, entre ellas las relacionadas a delitos sexuales. Al complejo carcelario había entrado el 12 de septiembre del año 2002, luego de que fue capturado el 4 de abril de 1999.
Debido a sus múltiples complicaciones de salud, que tenían de por medio un cáncer que lo llevó a perder parte del ojo izquierdo, tuvieron que trasladarlo de urgencia en la mañana de este jueves a la Clínica nueva Santo Tomás del Caribe, en la cual fue el guardia que lo cuidadaba el que pasó el reporte de la muerte.
Para cometer sus crímenes, Garavito se disfrazaba de todo tipo de profesiones. Así lograba engañar a los niños y jóvenes que luego se convertirían en sus víctimas. Se hacía pasar por sacerdote, anciano, vendedor ambulante, habitante de calle, entre otros, para secuestrar a menores, entre los ocho y 16 años de edad, en al menos once departamentos de Colombia.
Además, confesó que desde 1982 abusó sexualmente de aproximadamente 200 menores de edad. La mayoría de las víctimas del confeso depredador eran niños de familias de escasos recursos e incluso menores huérfanos o en situación de habitantes de calle. Su modus operandi era ofrecerles comida, dulces o dinero a los menores para ganarse su confianza y luego llevarlos a zonas inhabitadas para abusar de ellos y asesinarlos.