Bobi, un mastín del Alentejo, aclarado por la organización Guinness, era el perro vivo más longevo del mundo y este fin de semana se confirmó que falleció en su casa de Portugal a los 31 años y 165 días de edad.
“Bobi vivió hasta los 31 años y 165 días. Falleció el 21 de octubre en su casa de la localidad portuguesa de Conqueiros, donde vivió toda su vida con la familia Costa”, indica el comunicado.
El Libro Guinness de los Récords lamentó su muerte y recordó que Bobi fue nombrado el pasado 2 de febrero como el perro vivo más viejo del mundo y el can más anciano de todos los tiempos.
Bobi nació el 11 de mayo de 1992 en la localidad lusa de Conqueiros (municipio de Leiria, centro del país) fue adoptado por su dueña, Teresa de Branco, cuando ella tenía 7 años y con el tiempo se hizo famoso en Portugal y todo el mundo por su longevidad. Estuvo en numerosos reportajes, entrevistas y hasta apareció en varios programas de televisión.
Su raza, habitualmente empleada para proteger al ganado de depredadores y conocida en Portugal como “rafeiro do Alentejo”, tiene una esperanza de vida de unos 13 años, según la organización. Para algunos expertos en este tema, dicen que el tiempo de vida de Bobi, puede que se haya contribuido por una buena dieta y el estilo de vida saludable que lo llevó a tener una larga vida.