El papa Francisco lamentó hoy el fallecimiento de la reina Isabel II, a los 96 años, de la que ensalzó su “servicio incansable por el bien” de su país y su “ejemplo de devoción al deber”, manifestó estar profundamente “entristecido” y se unió a las oraciones para darle un descanso eterno a la difunta Reina.
“Profundamente entristecido por la noticia del fallecimiento de Su Majestad la Reina Isabel II, ofrezco mis más sentidas condolencias a Su Majestad, a los miembros de la Familia Real, al pueblo del Reino Unido y de la Commonwealth”, indicó el pontífice en un telegrama dirigido al nuevo soberano.
“Me uno de buen grado a todos los que lloran su pérdida para rezar por el eterno descanso de la difunta Reina y para rendir homenaje a su vida de servicio incansable al bien de la Nación y de la Commonwealth, a su ejemplo de devoción al deber, su firme testimonio de fe en Jesucristo y su firme esperanza en sus promesas“, añadió.
Rezó por el nuevo rey, Carlos III
En el mensaje, en inglés, Francisco envió también sus mejores deseos al nuevo rey.
“Encomendando su noble alma a la bondad misericordiosa de nuestro Padre Celestial, aseguro a Su Majestad mis oraciones para que Dios Todopoderoso le sostenga con su gracia infalible al asumir ahora sus altas responsabilidades como Rey”.
Y concluyó: “Sobre usted y todos los que aprecian la memoria de su difunta madre, invoco una abundancia de bendiciones divinas como prenda de consuelo y fuerza en el Señor”.